LUMBRE Ana
LUMBRE ¿Cuándo olvidé su nombre? Fue, quizás, al levantarse el día, o tal vez, cuando se apagaba la Luna. Más: ¡Quedaron sus resonancias! Se esparcieron sus letras con el humo, que se llenó de nuestro mundo, o se fueron con el cruel silencio de la noche más vacía. O quedó acaso atrapado en la lluvia inmóvil de una oscura nube. ¡Derramando sollozo vertical! Más, el tiempo ocupa, miro la soledad de la gente, y al cielo callando tormentas. ¡En la oscura hora de mi redención! ¡Ya nadie me acompaña! No recordaré su olvidado nombre, en el delirio de sueños restados. ¡Ni en la lumbre muerta de su hoguera! Ana María Galván Rocha 1-abr.-2020